Carta 9
Querida Graciela:
Vivo en una zona apartada, al lado de la playa. En la isla en la que nací; la cual se atraviesa de punta a punta en 45 minutos. Su capital tiene poco de metrópoli y mucho de pueblo. Y contradictoriamente soy una urbanita.
Tengo miedo de que la vida me lleve a vivir en una autocaravana, porque no tenga para pagar una vivienda convencional. Me gusta la ducha caliente, la calefacción y el whatsapp. Y muero por sentirme dentro de una sociedad aunque no sea perfecta.
Me gustan las comodidades que el «progreso» me proporciona, y no deseo renunciar a las exquisiteces del «primer mundo».
Y por todo eso siento lástima. Por invertir tiempo en mantener esta farsa. Esta jaula de oro llena de información catalogada, que me atrapa y me pega al asfalto.
Soy una bestia domesticada.
Siempre tuya,
Pequeña Gracia